La espiritualidad es cool- la era “now age” espiritual.

28/11/2017 0 comenta

La espiritualidad, encerrada en petit comité divulgativo, ha salido a escena convirtiéndose en mainstream. El interrogante de cómo ser más espiritual plantea preguntas y respuestas ante una epidemia de desconexión del ser humano con los demás y consigo mismo. La espiritualidad está en alza, motivada por la hiperconectividad,  el materialismo exagerado y la hipervisualidad que reinan en nuestra sociedad.

Ha entrado en la gran pantalla con la película Soul así como en la Universidad. Cuelga de las paredes del museo Whitney de Nueva York con una exposición centrada en el aura. Se organizan festivales  cool en torno a la temática, Wanderlust o la  muestra de cine espiritual de Cataluña. Se cuela en los grandes almacenes Seldfridges y diseñadores y firmas hacen guiños a conceptos espirituales (Isabel Marant, Sandro o Adidas). Ya no nos extraña escuchar palabras clave de la jerga espiritual como karma, meditación o mindfullness, yoga, chakras o astrología psicológica.

¿Pero qué es realmente la espiritualidad?

La espiritualidad no es una religión ni una tendencia. Más bien un estilo de vida que combina la comprensión de la unidad entre cuerpo, mente y alma.

Todos creemos en algo superior a nosotros, una presencia universal, una conexión, algo que nos guía, una energía mayor que el mundo concreto que vemos y que sentimos a nuestro alrededor. Podemos recurrir a la religión y nombrarlo Dios o Allah. Podemos creer en la astrología, el destino, la suerte, la magia, los ángeles, los milagros, los fantasmas o simplemente en la naturaleza.

Desde hace unos años, asistimos a un movimiento universal de energías. Parte de la sociedad, especialmente la denominada generación Millenials, se halla en la búsqueda de un “algo más”. Sin saber exactamente donde acudir para encontrar «ese algo», está surgiendo un movimiento de acción pro consciencia.

Algunos buscan ese “algo más” en el exterior, bien a través de las drogas, sexo, comida o compras compulsivas. Una vez fracasan en el intento, van más allá. Es cuando comienza a despertar en ellos un interés por aquello que “dicen” ayuda a reducir la ansiedad, eliminar el estrés, las taquicardia o el mal rollo interno. Aunque en realidad, sin saberlo, lo que se persigue es sanar el alma. Y es cuando se inicia la indagación en el yo interno.

Haciendo business con la espiritualidad

Con el incremento del interés en la espiritualidad hizo su aparición el materialismo, jugando a convertir la espiritualidad en negocio. Y con ello, surgen las críticas a la desvirtualización de la espiritualidad; potenciándose un ego espiritualizado defendido en  Indie Spirituality. 

Y qué es un ego espiritualizado sino cuando la espiritualidad se convierte en una manera de alimentar el ego, otra manera de ser cool, guay, molón. Es entonces cuando se pierde el norte, la misión del camino espiritual, el vivir una vida cuyo propósito se centra en hacer pequeño al ego para alcanzar una vida más plena. Una visión espiritual que puede llegar a desviar las intenciones de aquellos que realmente tienen el interés de iniciarse en su camino espiritual.

Si ser espiritual sirve para sentirte superior a otros, para hacerse la foto y colgarla en las redes sociales, se está yendo en la dirección contraria a la vía espiritual.

Espiritualidad “now age”- cómo ser más espiritual

Hasta ahora, la idea generalizada acerca de la espiritualidad respondía a aquella persona que abandonaba la vida mundana, se rasuraba el cabello y se introducía en una cueva o monasterio a meditar.

Yo sin embargo, prefiero adoptar una visión de espiritualidad Now Age. Ésta bebe de la New Age de los años 60 y 70 pero que se centra en el ahora, sin obviar el contexto actual.

Podemos girar la cara a la sociedad, meternos en la cueva a meditar, pero ¿qué ocurrirá cuando salgamos? En la cueva se dan todos los condicionantes para poder meditar adecuadamente. Sin embargo, es más valeroso meditar en medio de la plaza del pueblo, ahí donde se vive la realidad social.

Prefiero pensar que, aún dañando la esencia de la espiritualidad, la sociedad material está contribuyendo a normalizar la presencia de la espiritualidad. Ante la posibilidad de emplear la espiritualidad para parecer “cool” confío en que algo de su inmersión pueda calar y despertar, poco a poco, la curiosidad de la persona en «mirar hacia dentro».

Cuando realicé las 200 horas de instructora de yoga en India, me asombré con la actitud de una compañera. Cada mañana, 7 de la mañana, en clase de meditación, se hacía selfies y acto seguido los subía instagram. La juzgué, pues bien representa el concepto de ego espiritual. Al final de curso comprendí que cada uno está en su propio camino. Si bien estaba motivada por el exterior, algo le habría calado, resonado de cada una de las clases.

La espiritualidad es individual

No creas en nada simplemente por haberlo oído,

no importa donde lo hayas leído o quien lo haya dicho,

ni siquiera si lo he dicho yo,

a menos que sea conforme a tu razón y a tu sentido común.

Buda.

Cuestionarse todo ayuda a indagar más en tu experiencia personal. Permite encontrar aquello que resuena en ti y te funciona en el lugar del proceso en el que te encuentras.

En cinco minutos puedes aprender algo que quizá cambie completamente tu percepción del mundo o realidad. Un mismo mensaje puede resonar en ti y abrir una ventana ante un aspecto de tu vida que pensabas que nunca iba a sanar o incluso que ni sabías que precisaba de limpieza.

En el recorrido es importante optar por mantener una mente abierta, comprendiendo que no todos los elementos espirituales resuenan en todos. Quizá te sientas más atraída por la meditación budista o prefieras comenzar a través de la práctica del yoga. Quizá el conocer tu carta astral te ayude a hacer click para sanar aspectos de tu interior. O, simplemente, te sientas bien rezando o leyendo un libro. También puedes ir probando hasta encontrar y adoptar, de cada perspectiva espiritual, aquello que más se adecue a ti. Pero nunca caer en el estrés espiritual.

Recuerda que la vida es como ir a clase y todas las asignaturas que conlleva. Crecemos espiritualmente cuando aceptamos las responsabilidades o asignaturas de nuestra vida; ahora toca averiguarlas y no coger asignaturas que no nos corresponden.

Resumiendo, allá donde te encuentres ahora en tu travesía espiritual, es donde necesitas estar. Incluso si piensas que no has experimentado todavía recorrido alguno.

La espiritualidad es libre, está disponible las 24 horas y tu camino espiritual es solo tuyo.

Shanti shanti ole.

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