El yoga, como cualquier otra disciplina, cuenta con su propio conjunto de reglas. Yo prefiero hablar de recomendaciones a seguir o actuaciones a evitar. Siguiendo los consejos para practicar yoga advertirás en tu cuerpo físico y psicológico los múltiples beneficios de la disciplina yóguica.
Aspectos a seguir y actuaciones a evitar en tu práctica yóguica
Cada maestro, profesor o instructor de yoga posee sus propias particularidades con respecto a la práctica del yoga. No obstante, existen una serie de aspectos o guías que, como practicante (bien para aquellos que comienzan o como recordatorios para los instruidos), conviene conocer o recordar con el fin de asegurar una práctica adecuada. Importante: no subestimar los niveles de dificultad de las asanas (posturas) ni el beneficio que se puede llegar alcanzar con la práctica.
A seguir:
- Como principiante, al comienzo, se han de aprende las posturas básicas o fundamentales que forman la base del yoga antes de avanzar a asanas más complejas. El dolor no es normal en el yoga; así pues, si aparecen molestias durante la práctica, mejor detener la asana.
- El tiempo más propicio del día para practicar yoga es por la mañana temprano. Ideal, de 4:00 a 8:00 horas, antes del amanecer. Siempre habiendo dormido, como mínimo, 5 horas. Y nunca después de tomar el sol pues el cuerpo estará sobrecalentado. Ello no quiere decir que no pueda ser practicado en otro momento del día.
- Un buen libro es mejor que un mal profesor. Aunque ningún libro puede reemplazar a un gurú o profesor, The light of Yoga by BSK Iyengar es la obra considerada como la «Biblia del Yoga», con sus principios y consejos para practicar yoga.
- Acudir a la sala o espacio 10 minutos antes del comienzo para poder calmar mente y cuerpo. Realiza algunas respiraciones y/o estiramientos, o simplemente túmbate en posición savasana. Esta asana ayuda al cuerpo a recuperar la correcta circulación de la sangre y a equilibrar la secreción del sudor.
- Informar al profesor o instructor de cualquier lesión o condición que pueda afectar a la salud durante la práctica.
- Acudir a la sesión con el estómago vacío. Como mínimo se han de respetar entre 3 y 4 horas sin haber ingerido alimento alguno.
- Aunque se aconseja la ducha tras la sesión de yoga (esperando, al menos, 30 minutos tras el fin de la misma), conviene revisar determinadas zonas corporales que puedan llegar a dificultar la práctica (pies, manos, axilas). La limpieza corporal es sinónimo de respeto tanto hacia uno mismo como hacia el resto de compañeros. En caso de fuerte olor corporal, utilizar sprays con aguas naturales de suaves aromas para ser aplicados sobre las zonas que desprendan olores molestos.
- Fijar una intención al comienzo de cada práctica. Como ejemplos: estar más consciente y centrado en la práctica, ser más comprensivo con uno mismo y con el resto.
- Desconectar de móviles y cualquier preocupación relacionada con el trabajo.
- Permanecer en silencio. Aunque se acuda con amigos, evitar comentar o hablar por respeto a la práctica del resto de compañeros.
- Asegurar que el espacio donde se lleve a cabo la sesión se encuentra limpio, bien ventilado e iluminado. Nunca optar por un lugar con humos, polución o donde existan desniveles en el suelo. La luz natural del sol incidiendo sobre el espacio (sin demasiada intensidad), ayuda a la práctica.
- Realizar yoga siempre en la esterilla o en una alfombra; nunca directamente sobre el suelo pues se pueden llegar a dañar huesos y músculos. Además de tener tu propia yoga mat, como elemento indispensable, acude a clase con una toalla.
- Utilizar accesorios para facilitar la práctica. Las variaciones de asanas y complementos de yoga como bloques, correas y cojines contribuyen a que las posturas sean más alcanzables y menos dolorosas.
- Respirar siempre por la nariz. Durante los primeros días de práctica, evita retener la respiración, ello puede llegar a dañar nervios y órganos internos. Entre transición de asanas, mejor realizar un par de respiraciones profundas.
- Al terminar, dedica un par de minutos para meditar sobre la clase o lo que has aprendido. Tomar conciencia es un must. Agradece al profesor, a ti mismo y al resto de compañeros por el trabajo realizado. Y no olvides de dejarlo todo recogido y en orden.
- Recordar que una práctica regular aporta más resultados que una intensa sin regularidad.
A evitar:
- Realizar asanas o prácticas de respiración sin un guía o experto. Los vídeos de prácticas de yoga no son recomendables para niveles principiantes. Y mucho menos probar con sirsasana, invertidas o asanas avanzadas. Se trata de una postura muy poderosa pero, que también, puede generar problemas en el área cervical si no se realiza de manera adecuada. Recuerda, yoga no es sinónimo de acrobacia.
- Llegar tarde, con prisas o abandonar la clase antes de la finalización completa (incluida la relajación).
- Compararse con el vecino de mat. Cada persona posee un ritmo de evolución. Las asanas que más nos cuestan o menos nos gustan son aquellas que más necesitamos. Uno de mis profes solía decirnos que, en el momento de no saber cómo construir una asana, mejor no mirar al de nuestro lado porque, como nosotros, quizá no sabe lo que está haciendo.
- Forzarse. Haz lo que puedas sin llegar a provocarte una lesión. Siempre existe una versión sencilla de cada asana. Además, los props o accesorios facilitan llegar a la postura. De este modo, no aceptes el dolor como parte de tu práctica de yoga.
- Practicar yoga en caso de enfermedad, cirugía, fracturas o esguinces. También, durante la menstruación, las posturas invertidas quedan terminantemente prohibidas así como determinadas respiraciones como la de fuego o fuelle. En caso de embarazo, a partir de los tres meses, consultar con el doctor así como con el profesor respecto a las asanas que pueden ser ejecutadas.
- Pensar que el yoga demanda ejercicios de ayuno o rígidos hábitos alimenticios. Una práctica adecuada de yoga te guiará de manera efectiva para que, poco a poco, vayas eligiendo los alimentos más beneficiosos para tu organismo así como para desarrollar un estilo de vida respetuoso contigo mismo y con el resto.
- Construir asanas al azar o aisladas. Cualquier postura ha de ser seguida por su contraria para alcanzar el equilibrio o balance en el cuerpo. La práctica correcta de yoga está formada por un grupo de posturas que ayudan no sólo a incidir sobre los problemas sino también a tratarlos de manera holística.
Espero que te resulten útiles las reglas o consejos para practicar yoga y te vayas convirtiendo, día a día, en un mejor yogui.
Sat nam!